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Los mártires que van mano a la arena, sólos en sus cruces. En abrazo, los amantes tratan desesperadamente de encajar su éxtasis aislado en una sola trascendencia, en vano. Por su propia naturaleza, cada espíritu dentro de cuerpo está condenado a sufrir y disfrutar en soledad. Sensaciones, sentimientos, descubrimientos, fantasías -- todo esto es privado y, exepto a través de símbolos y en segunda mano, incomunicables. Podemos apilar la información en base a nuestras experiencias. De familia a nación, cada grupo humano es una sociedad de islas universales.

Aldous Huxley, Las puertas de la percepción.